LOS REYES MAGOS

Lo de menos es si los Reyes Magos fueron tres, si fueron reyes, magos o astrólogos; hay opiniones diversas y divergentes.Sólo en el Evangelio de Mateo se menciona a unos magos de Oriente( sin más datos sobre el número, sus nombres ni otras peculiaridades de ellos) que, siguiendo a una estrella, fueron en busca del “ rey de los judíos” nacido en Belén, a quien adoraron y ofrendaron oro, incienso y mirra. Siglos después se les atribuyó la condición de reyes, en número de tres y con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, deviniendo en la tradición cristiana que se festeja el día de los Reyes Magos.

Tal tradición y las subsiguientes cabalgatas son vividas con especial ilusión por los niños, a la espera de los regalos y las sorpresas que les dispensen los queridos Reyes Magos. También los jóvenes y mayores, que dejaron atrás la inocencia infantil, están expectantes por su llegada y los obsequios que pueden dejarles los Reyes.

Enturbian el tradicional encanto, así como las respectivas cabalgatas, ciertos desfiles exhibicionistas, provo- cadores y groseros, que desvirtúan y profanan aquél y éstas. En las formas y en el fondo de los citados desfiles subyace la intención de desplazar y eliminar cualquier evento o tradición de raíces cristianas, resultando más escandaloso e indignante cuando son autorizados, vistos con complacencia, estimulados o subvencionados por determinados ayuntamientos y autoridades que se proclaman “ progres ” y tolerantes, pero que en la práctica actúan sectariamente.

Con todo, no acabarán con la ilusión que comporta la llegada de los Reyes Magos. En la noche de mañana harán su presencia. Los niños y los no tan niños les esperamos impacientes. ¡ Os esperamos, Majestades !