AZAFATAS

Ahora estamos con lo de las azafatas en determinados eventos deportivos, congresos y similares. Hay opiniones encontradas al respecto, centradas principalmente sobre la complacencia visual que sus sugerentes o cortas vestimentas originan en los varones. Hasta se cuestiona el beso que dan en la mejilla al ganador del final de una etapa o carrera ciclista, aunque las citadas no vayan vestidas de cortito. Lo propio ocurre con las animadoras deportivas y las “ majorettes”.

Sobre este asunto hay que diferenciar los reprobables casos de acoso, aun el verbal, y determinadas exigencias ante el frío, la lluvia y otras inclemencias del tiempo que circunstancialmente tienen que padecer, así como las que impliquen explotación o abuso laboral,de aquellos otros en las que las mentadas ejercen, voluntaria y gustosamente, su trabajo o actividad, siempre que se les dispense el respeto y la consideración al que son acreedoras.

Trátese de azafata o azafato, no hay que confundir la admiración, por parte de un hombre o de una mujer, de la esbeltez y belleza de muchos del sexo opuesto. No hay que generalizar, como tampoco extender más allá de su significado lo que se denomina “ cosificar ” ( DRAE: Reducir a la condición de cosa a una persona ).