Marta Sánchez cerró su reciente actuación en el teatro de la Zarzuela en Madrid con el himno nacional español, al que le puso la letra escrita por ella. El público se puso en pie, aplaudiendo efusivamente el emotivo y personal canto que acompañó a los acordes musicales. El hecho circuló rápidamente por las redes y medios de comunicación, siendo mayoritario su elogio.
Cosa lógica, ya que la gente, exceptuando los extremistas de izquierda y los nacional-separatistas, tiene hambre y sed de España, de esta vieja nación y de sus símbolos, que los independentistas quieren cuartear. Las asechanzas de éstos, unidas a las complicidades y equidistancias de otros, han hecho que afloren los sentimiento patrios del pueblo, como siempre que ha visto peligrar la razón de su ser y existir forjada durante siglos.
Marta Sánchez ha escrito la letra sin connotaciones políticas. Cantó “.. Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón, y no pido perdón.. “. Hay diversidad de opiniones sobre si nuestro himno nacional debería llevar letra. Sería imposible contentar a todos. En cualquier caso, no hay que pedir perdón por amar y ensalzar a nuestra Nación, a su himno y a la bandera constitucional rojigualda.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
martes, 20 de febrero de 2018
HAMBRE Y SED DE ESPAÑA
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