LIBERTAD

En un examen escrito de Preuniversitario, en la década de los sesenta del siglo pasado,, se preguntaba: “ Se ha definido la libertad como dominio de los propios actos, como iniciativa creadora y como el modo de obrar de la propia naturaleza. Coméntese estas definiciones y dígase en qué sentido son verdaderas y en qué sentido pueden no serlo ”. Fue una prueba encaminada a evaluar las capacidades de los examinandos para pensar y discernir por sí y conocer sus incipientes conocimientos e inquietudes filosóficas. Y eso, a una edad entre los 17 y 18 años.

Con el paso del tiempo, la enseñanza de los saberes humanísticos ha ido en decadencia, afectando también al latín, cuando es el origen de casi todo nuestro leguaje. Las nuevas tecnologías y saberes van dirigidas preferentemente a lo “ práctico “ y a la investigación científica, lo que redunda en beneficio de la sociedad. Pero ello no debería ser incompatible con el cultivo de la enseñanza integral, la que aúna el pasado con el presente y mira el futuro. El “ todo” que conforma el ser humano es una simbiosis de cuerpo y espíritu. Tal vez la libertad consista en domar aquél y elevar éste a lo sublime.