PP,CIUDADANOS Y VOX dijeron que su prioridad era desalojar a Pedro Sánchez del Gobierno. No pudo ser. Antes de las últimas elecciones locales,autonómicas y europeas repetían unir esfuerzos para ganar a las izquierdas. Tras los resultados de los ulteriores comicios podrían conquistar determinadas alcaldías y Comunidades autonómicas; pero, por ahora, tales posibilidades están en el aire por las ambigüedades de Ciudadanos. La predisposición a pactos generalizados entre PP y VOX parecen claras, no ocurriendo lo mismo con la formación naranja, ocupada en deshojar la margarita por intereses partidistas. O sea: que lo que antes era prioritario para ella, ahora depende de dónde y con quién.
Albert Rivera nunca ha hecho ascos al “ cordón sanitario “ a VOX. Obtener el apoyo de éste, vale; pero que forme parte de un eventual gobierno del centro y la derecha, no. El PP ha moderado su discurso clasificatorio respecto a VOX, aunque hay alguna voz discordante, mas CIUDADANOS persiste en llamarle de extrema derecha. Puede ser que algunos militantes de VOX sean extremistas, pero este partido nos parece más bien patriota, defensor de la unidad nacional, en el que impera el corazón, el idealismo y la añoranza de la grandeza y proezas pasadas. Nada o poco tiene que ver con otros partidos europeos, calificados de extrema derecha, que se caracterizan por su xenofobia y anti europeísmo.
Aspecto diferente es que el socialismo sanchista anatemice a VOX, mientras no tilda a PODEMOS de extrema izquierda, aparte de sus escarceos con los secesionistas.
En fin; han empezado los contactos para los pactos postelectorales. Que los objetivos sean para el bien común y de España. Acabadas las palabras, se inicia el camino de los hechos. Que impere también el sentido común y regrese el sosiego. Estamos hartos de la política de baja estofa.
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