La diputada de VOX, Rocío de Meer, recibió una pedrada
durante el mitin de este partido en Sestao el pasado viernes, que trataron de
boicotear unos 300 independentistas vascos, violentos y de la extremísima
izquierda antiespañola. A tal fin, organizaron una contramanifestación ilegal,
lanzando piedras, botellas y otros objetos contundentes contra los asistentes de
VOX, a los que no les quieren ver por el País Vasco, defendiendo valientemente
la Unidad de España y enarbolando la enseña nacional en cualquier lugar patrio.
Los de VOX ya están acostumbrados a estas agresiones, tanto físicas como
verbales, pues han sido víctimas de ellas en otros sitios y a cargo de elementos
de la extrema izquierda antiespañola. O sea, nada nuevo en los enemigos de
España y la libertad contra los que, haciendo uso de la suya, defienden y
expresan sus sentimientos patrióticos. Se podrá
compartir en todo o en parte, incluso rechazar, los postulados de VOX, pero
respetando civilizadamente el derecho a tener su ideología política como partido
democrático y constitucional, cosa que no hacen los salvajes y los
sectarios.
La imagen de Rocío, con la sangre
deslizándose desde la ceja izquierda a consecuencia de la pedrada recibida,
testimonia por sí sola la barbarie de la contramanifestación ilegal. A la
diputada se le limpió la sangre poco después y un compañero le puso alcohol
sobre el punto donde impactó la piedra. Dos días después, al sentir dolor,
acudió a un médico quien dictaminó : “ es atendida por una cefalea a raíz de una
agresión por una piedra. Tiene una herida incisa supraorbitaria izquierda y
cefalea tensional sin signos de alarma. El tratamiento es curar la herida con
betadine y tomar ibuprofeno si el dolor de cabeza persiste “.
Finalizado el relato de los hechos,
se reproduce el tuit que escribió Pablo Echenique, portavoz parlamentario de “
Unidas-Podemos”, refiriéndose a la cara ensangrentada de Rocio Meer, : “ sòlo
hizo falta un poco de kétchup para que se tragaran un bulo como una catedral “.
La malignidad sectaria de este sujeto, que no repara en medios para mentir y
zaherir a los adversarios, se refuerza con el contenido de su tuit. Es un
desvergonzado y caradura de tomo y lomo. La chanza y desinformación de lo
ocurrido a Rocío, debería hacerle reflexionar y preguntarse cuántos han tenido
que morderse la lengua, por grandes que fueran y son las discrepancias políticas
con él, para no hacer referencia a su discapacidad física. La buena crianza no
se burla de las desgracias ajenas. Dejémoslo con que es un extremista de
izquierdas, anclado en la mentira. Un bluf y propagador de bulos.