lunes, 29 de junio de 2020

PEDRADA Y KÉTCHUP

 
 
 
 

 
La diputada de VOX, Rocío de Meer, recibió una pedrada durante el mitin de este partido en Sestao el pasado viernes, que trataron de boicotear unos 300 independentistas vascos, violentos y de la extremísima izquierda antiespañola. A tal fin, organizaron una contramanifestación ilegal, lanzando piedras, botellas y otros objetos contundentes contra los asistentes de VOX, a los que no les quieren ver por el País Vasco, defendiendo valientemente la Unidad de España y enarbolando la enseña nacional en cualquier lugar patrio. Los de VOX ya están acostumbrados a estas agresiones, tanto físicas como verbales, pues han sido víctimas de ellas en otros sitios y a cargo de elementos de la extrema izquierda antiespañola. O sea, nada nuevo en los enemigos de España y la libertad contra los que, haciendo uso de la suya, defienden y expresan sus sentimientos patrióticos. Se podrá compartir en todo o en parte, incluso rechazar, los postulados de VOX, pero respetando civilizadamente el derecho a tener su ideología política como partido democrático y constitucional, cosa que no hacen los salvajes y los sectarios.
 
La imagen de Rocío, con la sangre deslizándose desde la ceja izquierda a consecuencia de la pedrada recibida, testimonia por sí sola la barbarie de la contramanifestación ilegal.  A la diputada se le limpió la sangre poco después y un compañero le puso alcohol sobre el punto donde impactó la piedra. Dos días después, al sentir dolor, acudió a un médico quien dictaminó : “ es atendida por una cefalea a raíz de una agresión por una piedra. Tiene una herida incisa supraorbitaria izquierda y cefalea tensional sin signos de alarma. El tratamiento es curar la herida con betadine y tomar ibuprofeno si el dolor de cabeza persiste “.
 
Finalizado el relato de los hechos, se reproduce el tuit que escribió Pablo Echenique, portavoz parlamentario de “ Unidas-Podemos”, refiriéndose a la cara ensangrentada de Rocio Meer, : “ sòlo hizo falta un poco de kétchup para que se tragaran un bulo como una catedral “. La malignidad sectaria de este sujeto, que no repara en medios para mentir y zaherir a los adversarios, se refuerza con el contenido de su tuit. Es un desvergonzado y caradura de tomo y lomo. La chanza y desinformación de lo ocurrido a Rocío, debería hacerle reflexionar y preguntarse cuántos han tenido que morderse la lengua, por grandes que fueran y son las discrepancias políticas con él, para no hacer referencia a su discapacidad física. La buena crianza no se burla de las desgracias ajenas. Dejémoslo con que es un extremista de izquierdas, anclado en la mentira. Un bluf y propagador de bulos.

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