Cuesta, cuesta mucho asimilarlo, pero
la realidad se impone a los deseos. Las elecciones autonómicas en el País Vasco
han dado un resultado preocupante: la suma en
escaños y votos de EAJ-PNV, previsible y claro vencedor, y los de la formación
proetarra EH BILDU, que ha dado un inesperado salto, exceden en gran cantidad a
los cosechados por los partidos llamados constitucionalistas( PSE-PSOE, PP+Ciudadanos y VOX ), no incluyendo
entre éstos a E. Podemos porque creemos que, junto a los separatistas de
diversos pelajes, intentan hacer borrón y cuenta nueva con la actual
Constitución y el modelo de Estado consagrado en la misma. Equo Berdeak sigue
estando igual de verde, y el PSOE de Pedro Sánchez instalado en la calculada
ambigüedad.
La mayoría de los analistas políticos
se inclinan por un pacto entre el PNV y el PSOE, que facilite el Gobierno del
primero; o sea : “ do ut des “, te doy para que me des. Así llevamos años de
componendas entre los Ejecutivos centrales de diferente color y los gobiernos
nacionalistas vascos y catalanes, siendo éstos siempre más ávidos de
transferencias y tratos de favor respecto a las restantes Comunidades
Autonómicas.
Pero el meollo de la cuestión estriba
en que la esencia de España se ha ido diluyendo con el tiempo, la ausencia del
Estado en estas dos regiones es cada vez mayor, no siendo tema menor la
transferencia de la enseñanza y la educación, que facilitaron el adoctrinamiento
y el sentimiento antiespañol.
Si alguna vez el centro-derecha
consiguiera ganar unas elecciones generales, sin lograr la mayoría absoluta,
resultaría improbable que pudiera gobernar, ya que se opondrían el frente de
izquierdas y los separatistas. Ante este escenario, necesitaría los apoyos
constitucionalistas necesarios para hacerlo factible.
En cualquier caso, si gobernase,
resultaría extremadamente difícil recoger el agua derramada. Abre una puerta a
la esperanza la buena gestión de los ejecutivos españolistas del centro y la
derecha en las Autonomías donde gobiernan, sea en solitario, en coalición o con
apoyos puntuales de VOX. Que cunda el ejemplo de cara a las próximas generales.
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