Anunciada está
la ola de calor extremo,
para ya y el fin de semana.
Cuidarse toca
del sol abrasador,
beber agua,
encerrarse en casa,
aire acondicionado o ventilador.
Sería bienvenida,
diríamos ¡ Albricias !
si al coronavirus matara,
pero no está por la labor.
Maldito bicho mutante,
trashumante y resistente
¿ quién está detrás de ti,
un capricho de la naturaleza,
un descuido de laboratorio
o intencionada mano vil ?
El sofoco del Sahara proveniente
será asfixiante y pasajero,
más el maldito bicho
vino para quedarse,
rebrota por doquier,
quebranta la salud
y mata a su capricho.
Dicen que hay que convivir contigo,
diabólico virus,
pero nadie quiere tenerte
como vecino ni amigo.
Has causado también
ruinas económicas y paro,
nada hay que agradecerte,
que lo haga quien a tu costa
se ha enriquecido más
y quiere adueñarse del mundo
si con tal fin te creó a propósito.
Sobre tu origen circulan teorías
varias,
bulos interesados y conspiranoias.
Quienes saben que aclaren el misterio,
te reduzcan pronto a ceniza,
digan si tus ojos son oblicuos,
tu estirpe amarilla
o de otra raza,
una fuga experimental
o una jugarreta de la naturaleza.
En el aire queda el acertijo,
escrito a la sombra por
entretenimiento
y teniendo a mano
el agua fresca del botijo.
Añoranza de otros tiempos,
remedio para soportar el tedio
y el calor ardiente.
Entonces eran respetadas e influyentes
“ Las fuerzas vivas del pueblo “
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