Del Vaticano hacia abajo,
pocas voces obispales y clericales
denuncian la tropelía anticristiana,
contemplada en el proyecto
gubernamental
de la Memoria Democrática,
uno de cuyos fines es “ La
Resignificación
del Valle de los Caídos “, que
tendrá
un complejo y largo recorrido jurídico y
legal.
Título eufemístico para desacralizar
la Basílica Menor y Pontificia levantada en
Cuelgamuros,
aunque la previa
autorización vaticana parecer ser necesaria.
Se quiere convertir el recinto en cementerio
civil, museo y centro de estudios
de historia partidista y sesgada.
Futuro incierto para la comunidad
benedictina,
que a diario reza por los allí
enterrados,
sin importar en qué bando lucharon
en nuestra última guerra civil.
¿ Serán expulsados los monjes,
disuelta la escolanía y cerrado el colegio
?
¿ Qué pasará con la majestuosa Cruz
de la reconciliación y los brazos abiertos
?
La Fundación de la Santa Cruz del Valle
de los Caídos, objeto de extinción.
Silencios en púlpitos por gran parte de la Jerarquía
eclesiástica y
de la clerecía.
Sólo murmullos recelosos en las
sacristías.
¿ Será por prudencia, razones de
oportunidad
o por treinta monedas de plata ?
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