¡ La que ha armado el ministro
Garzón,
con su recomendación de no comer carne
!
Que si es perniciosa para la salud,
y que las flatulencia bovinas
contaminan el medioambiente.
Comer hay que comer de todo,
variado y con moderación,
es cosa sabida y prudente.
Expeler gases es necesario
cuando el cuerpo lo pide,
para eso está el tubo de escape.
A los humanos se les exige que,
por educación, lo hagan
cuando no hay gente delante.
Los animales no entienden de buenos
modales,
va con su propia naturaleza
desahogarse,
sin más y sin reparos, al instante.
Sin pretenderlo, el ministro
ha hecho propaganda de la carne.
A raíz de sus palabras se han hecho
virales
los sabrosos chuletones a la brasa.
Hasta los más reacios a las carnes
sentirán la tentación de probarlos,
y ¡ ya se sabe !, “ quien prueba, repite
“.
No está de más, hacer de este asunto chanza y
guasa.
El humor no perjudica la salud.
Que cada cual coma, moderadamente, lo que
le apetezca, pueda y esté al
alcance del bolsillo;
no son tiempos para
remilgos,
ni el alimento humano es el
alpiste.
Los vegetales y las legumbres
favorecen también las flatulencias;
para evitar sus malos olores
habrá que salir corriendo o ponerse,
, como añadido a la del virus, la mascarilla
antigás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario