Se transcribe el
siguiente párrafo de un articulo del controvertido periodista y escritor Eulogio
López: “ Los dos grandes enemigos del mundialismo masónico (no lo digo yo, sino
el Convenio GOF): las iglesias, sobre todo la
católica, "sombra asesina del pensamiento humano,
cómplice de todos los crímenes que dejan un largo reguero de sangre en la
historia humana", y las patrias y las naciones que,
para la masonería, constituyen un mero paso, un
estado transitorio llamado a desaparecer ante el futuro gobierno del mundo
mundial… regido por los masones, 'of course'.
En principio, lo
anterior podría entrar en el campo de las conspiranoias, pero ¿ Y si fuera
verdad, y no fruto de una de las fantásticas elucubraciones a las que parece ser
proclive Eulogio López, pero que son ratificadas por otros estudiosos de la
materia en cuestión ? Ni entramos ni salimos sobre el fondo del asunto, por no
tener datos fehacientes e irrebatibles, mas hay ciertos hechos que podrían
ensamblarse con el aserto citado. ¿ Mera casualidad ?. Repárese, por ejemplo y
por caernos de lleno o cerca, en el proyecto de desintegración de la nación
española, la descristianización de Europa, los procesos de adoctrinamiento y
sometimiento, y la fragilidad de la UE.
La masonería existe,
está reconocida legalmente, tiene varias obediencias, se declara respetuosa con
la libertad religiosa, comprometida con la democracia y los valores humanos,
practica la filantropía y la recíproca ayuda entre sus “ hermanos “, a la vez
que dice que en su seno caben las distintas confesiones e ideologías. Pero en
torno a ella existe una halo de misterio y secretismo, justificado como
discreción, que levanta recelos y, según se dice, ha penetrado en diferentes
capas sociales influyentes, Organismos internacionales, europeos e
Instituciones. Hasta logró infiltrarse, al igual que el comunismo, en el propio
Vaticano.
Si
los planes del “ mundialismo masónico “ responden a la realidad ( también en la
esfera económica, demográfica, migratoria, relativista, etc. ), en beneficio de
las élites poderosísimas, habría que admitir que muchos gobernantes son títeres
de éstas, y que las políticas que llevan a cabo obedecen al mentado “
mundialismo “, se apellide masónico o de otra manera. Ojalá fuera este
rompecabezas enloquecedor una conspiranoia más. Y si somos guiñoles, que nos lo
digan claramente los que mueven los hilos y nos manejan a su antojo.
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