Un burro blanco acompaña al pastor,
al ganado ovejuno y a su can
protector.
Juntos andan por caminos y veredas
en perfecta armonía, haciéndose
compañía.
El asno juega con el perro.
Es cariñoso con el amo.
Parece uno más del rebaño.
Perfecta armonía, ajustada a la realidad,
transmitida por televisión.
Qué hermosa sería la vida,
si la Humanidad siguiera tal patrón,
compartiendo amigablemente
la andadura por la vida.
Las personas, cualquiera que sea la
condición y posición social,
convivimos en sociedad.
Pero los colectivos humanos parecemos,
con demasiada frecuencia,
manadas astadas, enfrentadas
y como tales actuamos.
“ Con estos bueyes hay que arar “.
No hay comentarios:
Publicar un comentario