Yate del verano se adentra en el mar.Caprichos del viento y las olas,juegan con su zozobra.Le arrastran las corrientes,empujándole hacia la orilla.El patrón maniobra con el timón,para que no se estrelle la embarcacióncontra los escarpados riscos.Pretende anclar en las arenasde las tranquilas y cristalinas aguas.La apasionada flor, que lleva embarcada,quiere poner pie en la recoleta cala,y abrazar al expectante amor,que, intranquilo, allí la espera.Discreto lugar, envuelto en unaatmósfera de veraniega ambrosía.