Tratad a las madres con dulzura,
cariño y respeto.
Veneradlas siempre.
Son el regalo de la vida.
Con la cooperación del hombre
son fuente de procreación.
Dispensan a los hijos
amor inmenso, ternura,
comprensión y protección.
“ El amor de madre “,
manantial inagotable,
fluye con delicadeza;
besa el cauce por el que discurre,
y a la preciada flor de la orilla,
de sus entrañas nacida.
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