Alguna tecla del ordenador,
pulsada sin querer,
sin saber cuál fue,
borró ayer lo escrito
en la pantalla.
El intento por recuperarlo
resultó fallido.
Estaba a punto del final.
No se recuerda el contenido,
ni dan ganas de nuevo empezar.
Esperas al día siguiente,
y a otra cosa mariposa,
a ver si hay suerte.
A la mente te viene
lo que hoy te ha dicho
una dama, un ángel,
que a su país de origen,
Nicaragua, para unos meses se fue desde
aquí.
Desde hace años sabemos
que muy mal están las cosas
allí.
El ex guerrillero sandinista
Daniel Ortega, caudillista dictador,
empobrece al pueblo, no admite
contestación,
clausura las ONG y Cáritas,
detiene y expulsa a sacerdotes y
obispos,
emprendiéndola contra la católica
religión.
Un duende debió borrar ayer lo
escrito,
para que de Nicaragua tratásemos hoy.
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