Los gurús de la contracultura
lanzan sus mensajes sin cordura.
Actúan sin sensatez.
Lo que imbuyen y difunden es locura.
No se guían por el sentido común.
Promueven la confrontación social.
Hacen un abigarrado mundo de colores
en el que todo se mezcla y confunde.
La civilización se hunde.
El relativismo campa a sus anchas.
Triunfan la impostura y la mentira.
No importa la verdad.
Las ideologías se desvirtúan.
El adoctrinamiento maléfico es
pertinaz.
Esta “ Torre de Babel “, pronto o tarde,
se caerá por sus propio pie.
Nadie está a salvo de la catástrofe
final.
Que sirva de aval al Juzgador,
hacer el bien, practicar la caridad,
desterrar el odio y oponerse a la
maldad.
Si no se cree en el “ más allá “
ni en Dios, tenemos los principios
de la Ley Natural,
impresa en los corazones de la Humanidad.
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