Las recientes rebeliones populares en el Magreb, que parecen surgidas de pronto, son altamente preocupantes. Las ansias de libertad y bienestar son las principalmente proclamadas contra los tiranos que durante años vienen subyugando al pueblo; pero aún aceptando como ciertas, que lo son, tales reivindicaciones, no podemos sustraernos a cierto recelo sobre el súbito desencadenamiento y contagio en la zona.
El pensar que la opresión, durante tanto tiempo ejercida y sufridamente soportada, ha ido incubando por sí sola el estallido, hasta llegado el momento en el que, la contenida presión, ha hecho saltar por los aires la olla, es lo más recurrente y, en principio, lógico. Pero ¿se produjo el estallido y propagación por generación espontánea, porque el pueblo dijo hasta aquí hemos llegado, o han habido impulso/s “extraño/s” y si los han habido : ¿quién, quiénes, con qué fines?.
Resulta difícil creer que los diferentes gobiernos, afectados en uno u otro sentido o susceptibles de serlo (principalmente los de Occidente que, por motivos distintos, cerraron los ojos durante tanto tiempo y apoyaron a muchos de los sátrapas), no previeran lo que iba a suceder y lo que falta por venir. Se podría pensar que hay ocultos intereses (políticos, estratégicos, energéticos, radical islamistas, de otro tipo o conjunción de varios), detrás de las rebeliones y manipulado-aprovechamiento de las mismas que evidencian el justificado clamor popular contra la tiranía y despotismo.
Que “la política hace extraños compañeros de cama”, como dijo alguien acertadamente, es archisabido, se da por supuesto y lo mismo se puede afirmar de los dineros; lo preocupante son las incógnitas sobre lo que pueda suceder en el lecho y final desenlace . ¿ Quienes serán los futuros nuevos compañeros de cama de Occidente y cual será el juego en ella? Esperemos no sea el de “ruleta rusa” por aquello de que “ las armas las carga el diablo”.
Que acierten quienes dirigen los destinos del mundo, pensando y obrando en bien de la humanidad, aunque sea "pedir peras al olmo". Los demás, desde aquí y en la distancia, somos meros espectadores, que tan solo podemos tener gestos de conmiseración, generosidad y amor con las gentes oprimidas, más necesitadas y en exceso olvidadas, aún sabiendo que quienes mandan de verdad nos desdeñarán con un "¿que saben esos utópicos soñadores?" .
Solo sabemos que el mundo está plagado de injusticias y que éstas tienen causantes, beneficiados e inmensa mayoría de damnificados. El que haya pasado, ocurra y seguirá sucediendo, no debe llevarnos al conformismo y frenar las aspiraciones a un mundo mejor; pero la actualidad merecía una referencia a las rebeliones en el Magreb,aunque solo fuera por cercanía y en lo que nos pueda afectar para bien o para mal.Que la referencia haya sido acertada o desafortunada, es otro cantar; la interpretación de la partitura corresponde a virtuosos músicos bajo la batuta de prestigioso director. El pueblo llano solo puede emular a” Manolo el del bombo” para, al menos, animar a la “selección española” y que en juego limpio sobre el “ césped” no sea “goleada”.