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Veinte años después de la liberación, por parte de la Guardia Civil, de Ortega Lara, secuestrado por la banda terrorista ETA, y del posterior secuestro y asesinato del joven Miguel Ángel Blanco, conviene recordar a todas la víctimas que causó esa cuadrilla de criminales, así como las complicidades y silencios cobardes que la alimentaron, sólo interrumpidos por el llamado “ Espíritu de Ermua”, localidad vizcaína de la que Miguel Ángel era concejal, que aglutinó a toda España, salvo a los batasunos, para gritar “ basta ya” y llamar asesinos a la banda canalla. La gente perdió el miedo y se lanzó masivamente a la calle. Fue el inicio de lo que pudo ser la marcha atrás y el final del terrorismo etarra, pero el “ Pacto de Estella” entre el PNV y las formaciones filoetarras, que abogaba por el diálogo y la negociación con ETA para que cesara el terrorismo, truncó el “ Espíritu de Ermua”.
ETA siguió con su actividad criminal hasta que, derrotada por la Policía, Guardia Civil y la Justicia, anunció el cese definitivo de su actividad armada en Octubre de 2011. Desde 1961 perpetró cerca de 850 asesinatos,y causando múltiples heridos, con secuestros, atracos, e incontables extorsiones y daños, obligando a decenas de miles a exiliarse del País Vasco.
Fundada en 1958, se proclamó independentista, “abertzale”, socialista y revolucionaria. Pese al silencio de las armas, no se ha disuelto, ni arrepentido, ni ha hecho una entrega total y verificable de las armas. Pero sus ramales políticos están instalados en las Instituciones, persiguiendo los mismos fines con diferentes medios. Uno de sus propósitos político-prioritarios es euskaldunizar y anexionarse Navarra. Ya que han empezado los sanfermines: ¿ Quién iba a decir que el alcalde de Pamplona llegaría a ser uno de Bildu y la presidencia del Parlamento navarro recaería en una de Podemos ? Parafraseando se puede decir que “ El diablo los cría y ellos se juntan”.
La sangre sacrificada por la barbarie etarra merece justicia, memoria y dignidad. Que no nos vengan con falsas historias y relatos llenos de mentiras.
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