miércoles, 27 de septiembre de 2017

IGLESIAS LOCALISTAS


¡Menudo servicio presta a la Iglesia universal esa parte del clero y órdenes religiosas catalanas que  apoyan y alientan el desafío secesionista!.

Dicen que no se reconocen las singularidades y aspiraciones del pueblo catalán, confundiendo parte de dicha sociedad por el todo de la misma, pasando por alto la autonomía amplia que goza dicha Comunidad, y actuando como activistas políticos en detrimento de su misión pastoral.

El resultado de su  implicación ideológica improcedente les resta la credibilidad y el respeto que, en otro caso, se les prestaría por todo el rebaño creyente. Debido a sus actitudes sólo cuentan con la complacencia de los nacionalistas de misa dominical; para los secesionistas no creyentes, muchos de ellos beligerantes contra el catolicismo, son sólo  tontos útiles a conveniencia del momento y las circunstancias.

Cuando están en juego valores esenciales, como la unidad de la Nación española, la solidaridad entre sus regiones, la convivencia en paz, el acatamiento de la Ley y de las resoluciones judiciales, sobran victimismos infundados, así como compromisos, veleidades y equidistancias vergonzosas y escandalosas. Los posicionamientos nacional-separatistas en prédicas y manifiestos eclesiales son cizaña y añaden leña al fuego.

Nadie está obligado ingresar en el clero y las órdenes religiosas. Las puertas están abiertas para los que quieran salir y tomar la postura política que deseen desde una nueva vida civil. Ejemplo pésimo están dando los que, con independencia de su jerarquía en la vida consagrada, promueven o contribuyen al “ procés” secesionista.

No se ahonda más en esta realidad lacerante, si se recuerda que la sombra de la Abadía de  Montserrat es alargada, y desde su campanario se extiende la niebla siniestra y separatista.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón en lo que dices,aunque siempre hubo curas trabucaires favoreciendo el independentismo.El problema es que algunos obispos son por el estilo.Ya el obispo de La Habana,cuando murió Cánovas no permitió que se celebraran misas por su alma,y tuvo que ser un capellán castrense quien dijera la misa.Cuando la II República,los curas vascos continuaron con todos los privilegios diciendo la misa,incluso en Valencia.Poco les importó que se asesinara a casi 7000.También organizaron los obispos de Madrid y Oviedo dos batallones de Voluntarios para ir a Cuba.Son unos pocos ejemplos de cómo hay peces que pican con el gusanillo de la política.

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