EMPATÍA

La Delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha dicho que es partidaria del indulto a los políticos independentistas presos, reconociendo que antes tienen que ser enjuiciados y solicitar la medida de gracia en caso de ser condenados. A continuación varios miembros del Gobierno, dirigentes socialistas y del populismo izquierdista, “ se han subido al carro”  del inoportuno, imprudente y precipitado comentario. Cabe suponer que las palabras de la Delegada han sido inducidas a distancia para que esa posibilidad se planteara desde ya, y nos fuéramos acostumbrando a ese previsible escenario de futuro.

El propio Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha perdido la ocasión para decir : “ La reflexión de la Delegada que yo comparto es que falta empatía. Durante demasiados años ha habido un lenguaje grueso, de confrontación y de división. Hay que reivindicar el diálogo. Se ha echado en falta esa empatía". Debería haber explicado de dónde han partido y permanecido esas desafecciones y desencuentros, pero le cuesta reconocer y admitir que las piedras siempre las ha lanzado el nacionalismo separatista, que a cambio sólo ha recibido inmerecidos dulces. Mas para efectuar tal aclaración, debería sentirla primero, lo que es pedir un imposible a quien destaca por su relativismo e indigencia cultural, moral y patriótica.

El DRAE define la empatía como el “ Sentimiento de identificación con algo o alguien” y la “ Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.” Contra la verdad histórica, la unidad, el sentir y el ser de España, así como con los abanderados del golpe de Estado secesionista- presos, fugados o en libertad- no valen componendas ni identificarse con ellos. Así que menos hablar de empatía y más defensa real de la Ley y la Justicia.