Se creen y actúan como poseedores de la verdad, imponiendo su pensamiento contra viento y marea. Lo que opinan quienes no comparten sus planteamientos “ les trae al pairo ”, y ni siquiera les otorgan el beneficio de la duda. Han hecho bandera de su cacareada y asumida “ superioridad moral “ para conformar el “ pensamiento único “, que debe imperar en la sociedad. Así son los “ progres “ de la izquierda, sus corifeos de la comunicación, de la educación y del batiburrillo autodenominado cultural, aunque es obligado reconocer que hay excepciones individuales. Las desavenencias entre ellos suelen ser puntuales y por disputas del poder.
Tienen un “ piquito de oro “, que encandila a la gente desprevenida y desinformada. Son acreedores a ser respetados en cuanto personas, aunque no suelen pagar con la misma moneda, pero también a ser criticados por sus ideologías y actitudes autoritarias y excluyentes.
En la oposición cuentan cuentos. En el poder hacen “ las cuentas del Gran Capitán “, y cuando son desalojados del mismo hay que acudir a las auditorias porque las cuentas no cuadran. En fin, es el cuento de nunca acabar,y que desvela su calidad moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario