viernes, 2 de agosto de 2019

PRIORIZAR LA INMIGRACIÓN LEGAL HISPANOAMERICANA

Las izquierdas tildan de xenofobia la propuesta de VOX de, dentro de la inmigración legal, priorizar o privilegiar la de las hispanoamericanos, cuando está constatado que, por razones culturales y compartir el mismo idioma, se adaptan fácilmente a nuestras costumbres, siendo muchísimos los vínculos de hermandad que nos unen desde hace siglos.

No suele ocurrir lo propio con los musulmanes que, por lo general, continúan apegados a su legítima forma de ser y tradiciones, siendo más problemática la integración. Pese a esto y a las muchas diferencias de diversa clase, suele predominar el mutuo respeto entre ellos y los españoles, ya que los musulmanes, residentes o nacionalizados aquí, no son radicales yihadistas en su grandísima mayoría. Los problemas de convivencia, como ocurre en Francia, Bélgica y algún otro país europeo, suelen originarlos los de la 2ª y 3ª generación. Aspecto diferente es que debido al bajo índice de natalidad autóctona y al alto de las comunidades musulmanas, sean éstas mayoritarias en un futuro, y lo que ello podría acarrear.

En fin, ver xenofobia donde no parece haberla, cuando sólo se trata de constatar una realidad, tal como queda explicado, nos parece una malicia partidista y un mal perder. Por cierto, todo lo expuesto no implica militancia alguna; sòlo un intento de aproximación a la no fácil objetividad.

Siguiendo con el planteamiento izquierdista,  ¿ calificarían de xenófobo a los usuarios de taxi, cuyos conductores no hablan ni entienden el español, no conocen la ubicación de las principales vías y plazas de una ciudad, como tampoco saben decir o escribir en el directorio callejero y en nuestro idioma el destino solicitado por el viajero, pasándole el localizador al usuario para que lo haga él, cuando éste al percatarse de ello, opta por decir “ stop” y bajarse del vehículo para utilizar los servicios de otro taxi ? Contestarían que, en todo caso, se trataría de un caso excepcional y exagerado. Pues no; es una problemática que cada vez se da con más frecuencia, lo que no ocurre si pronuncias la palabra mezquita como punto próximo de referencia. Asunto aparte es cómo han podido obtener la licencia de taxista. Uno, desde luego y sin ser racista, se apearía del taxi inmediatamente. Extrapólese esta situación a otras semejantes, que se dan en algunos puestos de trabajo y prestación de servicios, y saquen sus propias conclusiones. A veces “ un ejemplo vale más que mil palabras “.

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