Es normal que los medios hayan tratado la separación de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, anunciada por ambos, de mutuo acuerdo, como “ interrupción de la convivencia matrimonial “. El último hecho desencadenante de tal decisión, sobradamente conocido, fue la difusión de una fotografía en la que aparecen Urdangarín y una señora, cogidos de la mano, paseando por la playa, lo que desvelaría un idilio amoroso, no desmentido, entre los dos.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
viernes, 28 de enero de 2022
LA LLAMA DEL AMOR
Las rupturas matrimoniales y de parejas
están al orden del día, dándose en todas las escalas sociales. Son un fracaso de
la convivencia en común, un desgarro anímico para una o ambas partes, o un
alivio para las dos, siendo variadas las motivaciones, causas y las
consecuencias al respecto. Con independencia de la relevancia pública, política
o de otra clase de los protagonistas de estas decisiones, se producen algunos
excesos informativos, así como opiniones y elucubraciones “ a la ligera “ en
ciertas tertulias televisivas, que insisten y se regodean con los dramas del
corazón. Muchos de los que se pronuncian reiteradamente, con contenidos de
recurrente y fácil venta, sobre los problemas conyugales o de parejas, deberían
reparar en lo que sucede o ha ocurrido a sí mismos o en su entorno
querido.
La llama del amor reconforta, afianza el
compromiso adquirido, ilusiona y es el calor de la vida. Lo ideal es mantenerla
viva, pero se apaga si no se la mantiene encendida, aunque a veces quedan
rescoldos de ella en la oscuridad.
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