LA DESHUMANIZACIÓN
Durante años se fue generalizando la sociedad del 
bienestar, que ahora va en caída libre, desatendiéndose el cultivo espiritual, 
que sigue también el mismo o mayor declive. Se busca el goce; se ha impuesto el 
relativismo; no se sabe ni se quiere reparar en el sentido verdadero de la vida. 
La violencia, en sus diversas formas, se dispara, escandaliza y 
abruma.
Estamos en un proceso de deshumanización 
degradante, dándose preferencia a lo que parece útil en lo material, y en 
demasía se obvian los valores morales y se liberan los perversos instintos. En 
paralelo proliferan las consultas a psiquiatras y psicólogos, mientras los 
confesionarios apenas tienen clientela, y raramente se acude a la dirección 
espiritual. El déficit de vocaciones sacerdotales y religiosas hace necesaria la 
llamada a la vida consagrada, ya que se precisa una nueva y renovada 
evangelización. Aún resuena la exhortación que Juan Pablo II hizo el 9 de 
noviembre de 1982 en su viaje a España: “ Desde Santiago te lanzo, vieja Europa, 
un grito lleno de amor. Vuelve a encontrarte. Sé tu misma. Descubre tus 
orígenes. Aviva tus raíces...”
Si no enderezamos el rumbo seguiremos caminando 
por la senda errática que nos conducirá a la extinción de la civilización 
cristiana. Si se opta por esta vía y se consiente, y se dan por buenas 
determinadas leyes inicuas ( aborto, eutanasia, laicistas beligerantes, etc. ), 
mal porvenir le espera a la sociedad actual y a las generaciones 
futuras.
Quedan el consuelo y la esperanza que nos 
infunden los que obran el bien sin alardes ni ostentación. Son los sembradores 
de la semilla que fructificará en un árbol nuevo.
Desgraciadamente, todos esos valores están desapareciendo y no hay esperanza, a corto plazo, de que vayan a estar de moda en un futuro próximo!
ResponderEliminarMiguel