La ola de calor repercute en el cerebro y el ánimo. Nos aletarga y nos hace remisos a decidirnos sobre qué escribir, sobre todo acerca de temas tantas veces tratados con anterioridad. Y es que repetirse cansa también; principalmente cuando se tiene la sensación de que lo expuesto “ cae en saco roto “ o no importa. En vacaciones, y a su espera, la gente que puede permitírselas, aun a costa de endeudarse, o no, su pensamiento e interés parecen centrarse preferentemente en el ansiado descanso estival, aunque debido al alto aumento de los precios, sea por un periodo menor de días.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
lunes, 18 de julio de 2022
EN LA OLA DE CALOR
De lo que no deberíamos prescindir, durante todo
el año, es de intentar cultivar el espíritu, para la mejora personal y
relacional con los demás, y dedicar unos minutos a la reflexión silenciosa, de
la que nos aparta el mundanal ruido, el consumismo y el apego a lo
material.
Admirar la obra de la Creación es reconocer
y alabar a Dios, confiar en su poder salvífico,
implorar su auxilio y postrarnos a sus pies, conscientes de nuestras
limitaciones individuales y a nivel social. Como acertadamente dijo en una
reciente entrevista el Cardenal Robert Sarah, “ Occidente ya no puede mantenerse
en pie porque ya no sabe arrodillarse “.
Arrodillarse ante Dios y orar no es humillante,
sino reconocer su grandeza y magnanimidad. Con o sin ola de calor, en cualquier
estación del año, que nuestro espíritu se eleve en pos de Él.
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