Los cargos socialistas “sanchistas “ no respetan
a Pedro Sánchez, sino que le temen. Los aplausos y elogios que le dirigen son
sólo un escudo protector, para no perecer políticamente bajo su guadaña. “ El
miedo guarda la viña “, acuña un refrán, y aquéllos pretenden ser aparceros,
tener y cultivar su propio viñedo, sin correr el riesgo de caer en desgracia
ante su todopoderoso amo y señor, que controla el latifundio como un férreo
verdugo.
Si la cosecha de la vid es buena, el mérito se lo
atribuye él. Si es mala, la responsabilidad la desplaza hacia sus aparceros,
prescindiendo de ellos. Éstos, si ven que se aproxima la guillotina, tratan de
esquivarla, presentando en bandeja de plata la cabeza de los de abajo. Y así, en
cascada, cada cual se sacude las pulgas como puede.
Mientras tanto, España se ha convertido en un
páramo desolado y asfixiante, regido por un dictador
ególatra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario