Haces esfuerzos de buena voluntad,
para vislumbrar rectas intenciones
en quien gobierna la Nación,
pero es un empeño imposible.
Le das vueltas a la desconcertante
realidad,
no encontrando lógica explicación
a lo que observas con estupor.
¿ Es pesadilla de un mal sueño
a consecuencia del desbordado ego
envolvente
de quien, sin freno ni límite
alguno,
quiere mantenerse y perdurar en el poder
?
Llegas al punto de dudar de si lo
visto
es verdad o ficción, si deliras o sufres
obsesión.
En busca de un certero diagnóstico,
pides cita para el psiquiatra,
te ponen en la lista de espera,
el último de la larga cola,
diciéndote que antes que tú y los
demás
tiene preferencia el Presidente,
aunque se escaquea siempre,
poniendo como excusa que está
pletórico,
lleno de energía y en plena forma.
Será para retorcer la legalidad,
doblegarse ante los sediciosos y demás
morralla,
vendiendo como triunfo lo que daña a
España,
víctima de puñalada traicionera,
infligida por la mano de quien debería
defenderla.
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