No están los tiempos para echar 
cohetes.
Las flores han quedado marchitas. 
El viento hace bailar las hojas.
Las mareas levantan olas.
“ Cosas veredes, amigo Sancho “,
expresión atribuida al Quijote.
Nada nos debe hacer temblar,
el ánimo flaquear, ni resignarnos 
ante lo que se puede evitar.
No hay montaña que no se pueda 
escalar.
El aroma de las flores volverá a 
embriagarnos.
Pasada la ventolera, vendrá la 
tranquilidad.
El mar recobrará la calma.
Todo habrá sido una pesadilla,
que era necesario pasar,
para probar nuestra fortaleza,
que haberla, la hay.
“ Nihil novum sub sole “.
Desde que el mundo es mundo,
periodos convulsivos ha habido.
No hay que dejarnos dominar por el 
derrotismo.
Hace falta vigor, constancia y 
optimismo,
para enderezar lo torcido.
No hay que quedarse parado.
Hay que sortear los obstáculos
y llegar al deseado y venturoso final.
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