El caso “ Errejón “ ha desatado
multitud de opiniones condenatorias
al hacerse públicas sus obsesiones
y desvaríos sexuales.
Su verborrea feminista se
contradecía,
según se rumoreaba en sus círculos
próximos,
actuales y pasados, de su proceder
embaucador y de
acoso machista.
Al correr por las redes y los medios
la escandalosa noticia, dimitió y
abandonó la política.
Versiones diferentes opinan sobre por
qué
se ha difundido públicamente,
pasado mucho tiempo, el escandaloso
proceder;
sin descartarse “ vendettas “ internas
partidistas
o que conforman parte del arco
izquierdista.
El triángulo sexo, poder y
drogadicción
domina en insospechada gente famosa o importante.
Tal conjunción acarrea ruinas y perdición.
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