miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA ENTREVISTA A FELIPE GONZÁLEZ

 

Desde el Olimpo de los dioses largamente se ha explayado Felipe González en la entrevista concedida al diario “El país” y no está mal cuando teoriza o filosofa sobre  la globalización, mercado, crisis financieras, burbujas, competitividad, ajustes salariales, liderazgo, empleo y “empleabilidad”, y un larguísimo etcétera de interesantes temas de actualidad en este convulso y trepidante mundo.

Sus opiniones, como las de otros destacados líderes políticos que han desempeñado altos cargos de responsabilidad, se compartan o no, inducen a reflexión y crítica disección, al proceder de un ex presidente de Gobierno y lo que conlleva la experiencia acumulada en dicha tarea, enriquecida con otras visiones y vivencias cuando se ha cesado en el cargo.. En principio son opiniones cualificadas, con el particular sesgo del ideario, principios y valores de quien las dice. Felipe González, ideologías y equivocaciones aparte, fue un hombre de Estado que se ganó el respeto internacional; otra cosa es el apadrinado "regalito" que nos regaló y gobierna.

Diferente es cuando aterriza sobre espinosas cuestiones ocurridas bajos su mandato ( Gal, corrupción, cloacas y alcantarillas del Estado,…). A estas alturas e incluso entonces era “vox populi” qué había detrás de todo aquello que, indefectiblemente, llevaba el visto bueno de  instancias superiores( incluido el del Mr.... X no desvelado, pero intuido). Todo el mundo, tapándose la nariz, miraba para otra parte o se congratulaba en silencio; pero no soportó, además de la desvergonzada y generalizada corrupción, algunos aprovechamientos personales de los fondos reservados.

Al decir que estuvo en su mano el autorizar o no la voladura de la cúpula etarra, él mismo, tal vez sin pretenderlo, ha despejado la incógnita X y contribuido a reavivar ígneos rescoldos de viejos sucesos; pero ¿ por qué y para qué?. No se entiende. La explicación correspondería a un Freud o a especialista en descifrar los crípticos significados políticos de expresiones y mensajes orales.

Todos los gobiernos utilizan, a veces, medios no ortodoxos que moralmente no tienen justificación, haciendo de tripas corazón por intrincadas "razones de Estado". La cosa política y su gobernabilidad no suele ser angelical ni beatífica, pero cuando vienen mal dadas corresponde al líder el dar gallardamente un paso al frente y asumir las responsabilidades, que le correspondan, en defensa de quienes cumplieron instrucciones.

Seguro que muchos o algunos que participaron en aquello, en el “aspecto operativo” inferior(los mercenarios con cosa parte, pues mercenarios son), pensando en lo del “ mal menor” para combatir el terrorismo y que pagaron o no con cárcel, con la perspectiva actual y la salida que, al parecer, se  pretende dar a la banda terrorista, se preguntarán si valió la pena ensuciar sus conciencias y almas; porqué fueron estimulados a hacerlo al albur del desgarrado dolor que les embargaba al ver  tanta sangre de víctimas inocentes causada por la sin razón terrorista.

No son convenientes polémicas que, a estas alturas, a nada conducen salvo a reforzar las posiciones terroristas; las de los desalmados terroristas de ETA cuyo bautismo de sangre fue, si no falla la memoria,  con un bebé. No cabe equiparación entre quienes siembran el terror y los que se enfrentan a él defendiendo la nación y la gente de bien; incluso en el caso de reacciones reprobables moral y/o legalmente,acreedoras éstas de sanción penal. 

La  "guerra" a España la" declaró" la independentista-marxista-leninista ETA, dato que no hay que olvidar. Tiene que ser derrotada y se puede, con la eficaz y continuada acción policial y subsiguiente severa aplicación de la justicia, dentro de la legalidad; no valen atajos políticos.

1 comentario:

  1. Artículo muy sensato,pero Felipe Gonzalez no da puntada sin hilo

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