martes, 16 de noviembre de 2010

SOBRE EL CONFLICTO SAHARAUI

 

Ante la confusa situación que se está produciendo en el Sahara occidental, dando lugar a diversas interpretaciones fomentadas por la desorientación de nuestro Gobierno y la opacidad informativa impuesta por el de Marruecos, cabe preguntarse:

¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

Es dudoso que el Gobierno español no tenga información sobre la realidad a través de nuestros servicios de inteligencia, diplomáticos y de  otros canales discretos; como son evidentes los insalvables impedimentos que pone Marruecos para que los media puedan acceder a la zona en conflicto, recabar y transmitir información. Todo ello provoca en la opinión pública arriesgadas interpretaciones y recelosa receptividad a interesada intoxicación informativa  por las partes en litigio. Ante un tema percibido con tanta sensibilidad por los españoles, cosa que no ocurre en otros países, nuestro Gobierno viene obligado a satisfacer las demandas informativas que le son exigidas y a instar al de Marruecos permita el libre acceso a prensa, radio y televisión.

Hoy está prevista la llegada del Ministro del Interior de Marruecos a España para entrevistarse con el Vicepresidente Rubalcaba y cabe pensar que, entre otros asuntos, expondrá sus quejas por el tratamiento informativo dado por  nuestros m.c.s.;ocasión para decirle que sus agravios no se aceptan por ser ellos los causantes dado el impedimento y bloqueo informativo que han impuesto.

¿POR QUÉ ESTÁ PASANDO?

El análisis del desencadenante fáctico requiere despejar previamente el interrogante anterior, aunque en el fondo subyace la aspiración saharaui, exacerbada por el POLISARIO, a la independencia y el rechazo a las pretensiones anexionistas marroquíes con oferta de un estatus especial de autonomía al pueblo saharaui. La situación calamitosa de éste es un factor nada desdeñable.

Las intereses de Argelia, contrapuestos a los de Marruecos, más los bandazos de España en su política exterior y no exentos de inhibición con olvido de la “deuda colonial”, no han facilitado el cumplimiento del mandato de Naciones Unidas tendente a la resolución del conflicto. A nadie escapan los fines últimos, además de los territoriales, cuales son las aguas del Atlántico, los de pesca y recursos energéticos a explotar.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Además de la defensa de los derechos humanos, la de los intereses de España mediante una política exterior bien diseñada, clara y firme, en la que no haya espacio a cambiantes fluctuaciones. Seriedad y congruencia para ser respetados y tener capacidad de influencia y mediación. Buenas y francas relaciones con Marruecos y Argelia; mediar entre ellas y el pueblo saharaui, con el que debemos preservar nuestros especiales vínculos con independencia de la resolución final del conflicto. Conseguir que Marruecos permita, como mínimo, el acceso y presencia en la zona de una representación parlamentaria española y m.c.s. para conocer la realidad y, así, poder trasladarla a la opinión pública y organismos correspondientes.

Si nada hay que esconder o temer, sea por uno u otro Gobierno, ¿qué mejor que la verdad salga a la luz?.Estamos obligados a convivir por razones de vecindad con Marruecos, pero desde el mutuo respeto y no a cualquier precio. A día de hoy los gobiernos de este país y Argelia representan un freno al terrorismo islámico, amenaza próxima y más grave para España y otros países europeos, lo que debería ser el principal motivo de encuentro colaborador entre las tres naciones por encima de las lógicas diferencias, aunando fuerzas para que en un futuro no se instale en el Sahara que fue español.

La política exterior requiere un pacto con el principal partido de la oposición, para garantizar unidad de criterio y continuidad en su ejercicio, con independencia de quien gobierne; pero no parece que el Sr. Zapatero y la élite del PSOE estén por la labor.

( OBSERVACIÓN: Después de publicar lo anterior se ha incluido  la presentación “El conflicto del Sáhara Occidental” que circula por la red, por su carácter ilustrativo . La personal valoración a criterio de cada uno)

2 comentarios:

  1. Se me ocurre a lo leído, en tan preciso comentario, ¡qué fácil es ser Ministro hoy, pudiendose inspirar o aplicar, tras contrastar ideas, opiniones o pareceres en algunos artículos!... cómo por ejemplo, ESTE.

    No tengo nada más que aportar.

    ResponderEliminar
  2. PIENSO QUE ESPAÑA MUCHO TIENE QUE APORTAR PARA RESOLVER ESTE CONFLICTO, Y POCO TIENE QUE GANAR.

    MIENTRAS MARRUECOS SIGA APOYADO POR FRANCIA Y ESTADOS UNIDOS, Y ADEMÁS LES VENDAMOS ARMAS POR VALOR DE 348 MILLONES DE EUROS, EL GOBIERNO ESPAÑOL NO SE VA A METER.

    DEBEMOS RESOLVER PRIMERO LOS PROBLEMAS QUE TENEMOS EN NUESTRA CASA: EL PARO, LA BANCA, LA CORRUPCIÓN POLÍTICA, LA JUSTICIA ..... Y DESPUÉS EMPEZAR A PENSAR QUE HACEMOS CON EL SAHARA, PUES LA ÚNICA SOLUCIÓN ES QUE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL LES DE LA INDEPENDENCIA, Y SABEMOS TODOS QUE NO LO VAN A HACER, SOBRE TODO PORQUE NO INTERESA A LAS GRANDES POTENCIAS.

    CRUZADO, NO BAJES LA GUARDIA Y MANTENTE FIRME EN TUS CONVICCIONES, VAS POR BUEN CAMINO.

    POR UNA ESPAÑA GRANDE Y LIBRE.

    ResponderEliminar