viernes, 5 de noviembre de 2010

VISITA PAPAL A ESPAÑA

 

Que Su Santidad Benedicto XVI venga en visita pastoral a España y  esta vez a Santiago de Compostela(Año Santo Jacobeo) y Barcelona(Consagración de la Basílica de la Sagrada Familia), es motivo de alegría para los católicos e incluso debería ser para los no practicantes ni creyentes, porque la figura del Papa,sucesor de San Pedro, trasciende a la de Jefe de Estado. Es el supremo guía espiritual de una religión, la cristiana católica, extendida por todo el orbe, cuyo fin  se  centra en el AMOR a Dios y a los demás,el prójimo.

Si por añadidura  confluyen en él ,en elevadísimo  grado,sapiencia,espiritualidad, sencillez, bondad y demás virtudes que lo elevan, por autoridad intelectual y moral, sobre los demás líderes religiosos y políticos, representa gran satisfacción y orgullo el tenerlo con nosotros, aunque sea por 2 días y escuchar a través de sus palabras el mensaje divino. En sus alocuciones no faltarán denuncias sobre los males que aquejan a la sociedad y la imperiosa necesidad de nueva y renovada evangelización.

No pasan desapercibidos los vanos intentos, por distintos intereses espurios de carácter político y localista,de utilizar la visita del Sumo Pontífice, olvidando la universalidad de la Iglesia y que su compromiso social está con la justicia, la verdad,los derechos humanos, la vida,la paz,la familia y con preferente atención a los más desfavorecidos,necesitados, a los que sufren…

Pierden el tiempo quienes por un toque de “originalidad” y repulsa a lo católico, no se sumen a la bienvenida y actos o la/os reduzcan a la mínima expresión,en tiempo y lugar, retorciendo los hábitos protocolarios, de cortesía y buenos  usos, como parece que va a hacer , entre otros cargos públicos, el Presidente de todos los españoles, entre los que hay mayoría millonaria de católicos,cualquiera que sean las creencias o sin ninguna de Zapatero. El Presidente no es un particular cualquiera, nos representa a  todos y no es correcto que “despache el compromiso” con un encuentro en el aeropuerto, a la salida del Papa. Algunos dicen que obrará así porque le nace, otros que por miedo a recibir abucheos( lo que no sería de recibo por momento y lugar) y terceros que por ambas cosas.

La comparación del Papa con el imán de Lérida, efectuada por  Oriol Amorós de E.R.C.,es suficiente explicativa sobre la indigencia intelectual y moral de este individuo como de su fanático sectarismo.Amplia repulsa ha tenido el vomitado exabrupto.  Pero, vamos, nada que no se esperase de él, como algunos pronunciamientos en contra de la visita papal efectuada por otros de su mismo partido y de ICV.

Hay unos grupillos violentos y groseros, de los anti sistema e izquierda radical, que dicen quieren contra programar,incluso con actos violentos y sacrílegos según se ha leído, la visita papal (algunos ya han empezado con exhibiciones injuriosas contra ese hombre de bien, Benedicto XVI). Nada nuevo que no sea de esperar de tales descerebrados a quienes, por no someterse a tratamiento psiquiátrico, procede se les imponga  diligentemente paliativos policial y judicial.

Si, son una pérdida de tiempo el ninguneo y  ofensas al Papa por lo que es y representa. Por muchas dificultades que sobrevengan, por mucho vendaval en contra, la Iglesia subsistirá y el mensaje de Jesús seguirá.

Las ofensas y ataques que más duelen a los padres son las inferidas por los hijos y la respuesta de aquellos es extender los brazos del perdón . Así actúa la Madre Iglesia, siempre presta a la misericordia para con sus hijos en nombre de Jesús y con mayor regocijo respecto a los que fueron hijos pródigos. ¿Quién no lo ha sido alguna vez, o está libre de serlo?

Bienvenido, Papa Benedicto.

2 comentarios:

  1. Me quedo con este párrafo "Hay unos grupillos violentos y groseros, de los anti sistema e izquierda radical...". Siempre han habido, hay y habrán engendros humanos cuyo único fin sea sabotear cualquier evento de este tipo, pero afortunadamente, son minoría y eso es lo que más les fastidia.

    Estaré encantada de poder ver tanto Santiago como Barcelona, engalanadas, limpias, llenas de gente desbordando alegría, y lo sentiré mucho (o mejor dicho, no lo sentiré nada) pero ni me molestaré en pesanr en lo que les estará fastidiando a estos cuatro energúmenos.

    Y para que vean lo generosa que soy, hasta les deseo que desde su casa tengan una maravillosa vista de la Ceremonia,a ver si viendo al Pontífice, se les ilumina alguna neurona (si es que la tienen...)

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  2. pues yo casi prefiero que no vaya Zapatero a recibir al Papa al aeropuerto ... miedo me da lo que diga o haga ( y cual sera su version del encuentro a los medios ).

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