No damos abasto para que el imperio de la Ley y las resoluciones judiciales sean siempre efectivas en nuestra casa, y nos entrometemos en la ajena. Esto dicta el sentido común a propósito de la amplia facultad que tiene la justicia española para perseguir los crímenes de genocidio y lesa humanidad cometidos fuera del territorio nacional, en aplicación de la Justicia Universal contemplada en la L.O. 6/85.
Basándose en la misma, la sala 4ª de la Audiencia Nacional ha ordenado a uno de sus jueces de instrucción que dicte orden internacional de detención contra el ex-presidente de China, Jiang Zemin, el ex-primer ministro Li Peng, y otros altos cargos del Partido Comunista chino, presuntamente implicados en tales abominables delitos perpetrados en el Tíbet.
Por loables que teóricamente sean tales propósitos y otros similares, al margen de la interesada y oportuna discrecionalidad que suele guiarlos, hay que atenerse a la realidad y no andar de quijotes justicieros universales, so pena de hacer el ridículo, perder tiempo, y que nos den a diestra y siniestra, si nos ponemos a tiro, las potencias que realmente pintan en el mundo. Nada puede hacer un mediano-pequeño país contra los grandes que cortan el bacalao( China, Rusia, USA, etc.)
Las lides, incluidas las judiciales, se entablan cuando hay probabilidades de ganarlas; en caso contrario es mejor no empezarlas si no se quiere "quedar como Cagancho en Almagro" quien, ante el fracaso en el coso y las iras de la afición, dicen que exclamó una aciaga tarde:" Así es la vida. Yo quería quedar bien, pero lo que no pue zé, no pue zé".
Hay que saber qué toros se puede y conviene lidiar. Los duros de pelar y que te van empitonar, que los toree la Corte Penal Internacional. Y si hay que modificar el Reglamento, se hace. A la postre, el Estado, que somos todos, es el que arriesga y sufre las embestidas del morlaco de turno.
.Vulnerar la soberanía de una nación,si eres débil,puede resultar muy caro.
ResponderEliminar