martes, 11 de febrero de 2014

PROFANACIÓN Y ULTRAJE.

Un grupo de jóvenes penetraron el pasado domingo en la Iglesia "Sant Miquel" de Palma de Mallorca, avanzando por el pasillo central con gritos de " fuera rosarios de nuestros ovarios" y " aborto, libre y gratuito". Fieles que asistían a la celebración de la Santa Misa, momentáneamente interrumpida a causa de la irrupción profana, les cortaron el paso y les invitaron a abandonar el templo. Esta es, en síntesis, la escueta noticia del hecho que fue reivindicado por el colectivo ultraizquierdista "Antipatriarcals de Mallorca".

Como se ve, la hostilidad contra la Iglesia católica no cesa y va tomando tintes preocupantes. Voces destacadas de la izquierda, que se dicen demócratas y educadas, caldean el ambiente con irresponsables alusiones, y los ultras del rojerío anti-sistema hacen el trabajo sucio. Cualquier pretexto, reivindicación o exigencia, les sirve, y se está tomando una peligrosa deriva de infaustos recuerdos contra lo religioso.

Prudentes fueron los gobiernos socialistas de Felipe González; no así los de Rodríguez Zapatero quien con la " Memoria histórica" y su política laicista beligerante, revestidas de sectarismo y falso buenismo, dio pie a que despertaran viejas pasiones. Entre éstas, la fijación enfermiza, por parte de algunos, contra el catolicismo.

Los miembros de la Iglesia soportan pacientemente los agravios que continuarán. Donde no actuarán tales valientes, ni lo deseamos, es en una mezquita, ni contra un imán o creyente musulmán. Saben dónde y contra quién meterse, y pavonearse de ello.

Quienes tienen la obligación legal de prevenir y sancionar la profanación de los recintos sagrados y el ataque a los sentimientos religiosos, no deben mirar para otra parte ni minusvalorar la gravedad de los repetidos hechos. A tiempo se está de cortar todo esto. Si se sigue jugando con fuego, puede producirse el incendio; pero mejor no mentar la bicha, trae mal agüero.

1 comentario:


  1. Soy agnóstico con total respeto por los valores y por el reconocimiento que la Iglesia Católica aporta desde hace siglos a esta sociedad. Pese a mi agnosticismo, estoy asqueado de estos memos, de estos cobardes, de estos inútiles mentales y huérfanos de educación y de respeto. No tienen ni idea de la gran aportación realizada y que realiza la iglesia a la sociedad para un mundo mejor ( modo familiar, de convivencia, ayuda al prójimo, caridad, cultura, y un largo etc ).Estoy en contra de los ataques a la Iglesia, a sus miembros y templos que realizan los cobardes miserables, con la ventaja de que no me siento obligado a poner la otra mejilla si llega la ocasión.

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