lunes, 18 de abril de 2016

INVESTIGADOS

 
 

 

 

 

La presunción de inocencia es una entelequia; un principio jurídico que no se respeta con demasiada frecuencia, sobre todo si se refiere a personalidades y a gente importante o famosa( la referida al común trasciende menos ), que con mayor o menor fundamento inicial son objeto de una investigación. Cuando salta la noticia- en la mayor parte filtrada por intereses espurios- , empieza el " calvario" para el afectado. Aún cuando pasado el tiempo se archive el procedimiento o resulte absuelto, el daño causado es irreparable, las heridas perduran y la estigmatización es de por vida.

La envidia en general y el sectarismo partidista en particular llevan a desear y a regodearse en el mal ajeno, tantas veces amplificado torticeramente por políticos  y por sus determinadas correas de transmisión mediáticas, poniendo de manifiesto las diferentes varas de medir, Deporte nacional " sui generis", que no hace concesiones a las mínimas dudas.

Suele olvidarse o ignorarse que una investigación no es más que lo que su nombre indica: una serie de pesquisas y comprobaciones para encontrar indicios o pruebas que sustenten o desvirtúen las sospechas iniciales sobre un sujeto o grupo. Nunca debe convertirse en una condena social anticipada, ni en un juicio mediático. En cualquier investigación deben respetarse las prescripciones legales, siendo rechazables las sobreactuaciones y las medidas desproporcionadas e innecesarias. Si entre éstas hay detenciones, habitualmente televisadas, el espectáculo buscado está servido y la afección vejatoria a la propia imagen se sirve en bandeja.

La  igualdad de todos ante la Ley, la preservación de la intimidad personal y de la propia imagen, y la seguridad jurídica son algunos de los principios del Estado de Derecho. Cuando fallan, las garantías constitucionales se quiebran. Grietas provocadas que urge reparar, 

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