La presunción de inocencia es una entelequia; un principio jurídico que no se respeta con demasiada frecuencia, sobre todo si se refiere a personalidades y a gente importante o famosa( la referida al común trasciende menos ), que con mayor o menor fundamento inicial son objeto de una investigación. Cuando salta la noticia- en la mayor parte filtrada por intereses espurios- , empieza el " calvario" para el afectado. Aún cuando pasado el tiempo se archive el procedimiento o resulte absuelto, el daño causado es irreparable, las heridas perduran y la estigmatización es de por vida.La envidia en general y el sectarismo partidista en particular llevan a desear y a regodearse en el mal ajeno, tantas veces amplificado torticeramente por políticos y por sus determinadas correas de transmisión mediáticas, poniendo de manifiesto las diferentes varas de medir, Deporte nacional " sui generis", que no hace concesiones a las mínimas dudas.Suele olvidarse o ignorarse que una investigación no es más que lo que su nombre indica: una serie de pesquisas y comprobaciones para encontrar indicios o pruebas que sustenten o desvirtúen las sospechas iniciales sobre un sujeto o grupo. Nunca debe convertirse en una condena social anticipada, ni en un juicio mediático. En cualquier investigación deben respetarse las prescripciones legales, siendo rechazables las sobreactuaciones y las medidas desproporcionadas e innecesarias. Si entre éstas hay detenciones, habitualmente televisadas, el espectáculo buscado está servido y la afección vejatoria a la propia imagen se sirve en bandeja.La igualdad de todos ante la Ley, la preservación de la intimidad personal y de la propia imagen, y la seguridad jurídica son algunos de los principios del Estado de Derecho. Cuando fallan, las garantías constitucionales se quiebran. Grietas provocadas que urge reparar,
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
lunes, 18 de abril de 2016
INVESTIGADOS
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