miércoles, 25 de mayo de 2016

FUEGO AMIGO

Con el “ Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros ” quiso expresar Pio Cabanillas que la descomposición de la UCD obedecía al fuego amigo, al proveniente de las propias filas, que disparaba contra el propio campo en esas luchas intestinas por el poder y posiciones de influencia, y que acabó con dicha formación política.

Más o menos ostensibles, tales maquinaciones y pulsos se dan en los partidos actuales, incluso en los llamados emergentes, máxime cuando en ellos confluyen diversas tendencias, hay uniones de conveniencia coyuntural y camuflaje o desvío de los ideales y principios programáticos iniciales.

Si a ello se añaden los diferentes- a veces contradictorios- discursos y mensajes públicos, frecuentemente matizados o rectificados posteriormente, se puede entender el desconcierto de la gente, al que se suma el desencanto y la frustración que originan los casos no ejemplares.


Como es necesaria la acción política en toda sociedad y personas que a ella se dediquen, con sus luces y sombras, no hay que vivir dándole la espalda a la realidad.  Aun sabiendo que la perfección humana no existe- “errare humanum est”-, hay que saber distinguir entre lo bueno, lo menos malo, lo malo y lo peor, y elegir en conciencia. De cualquier forma las intrigas, como la vida misma, seguirán.

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