El nuevo
alcalde laboralista de Londres, Sadiq Khan, musulmán y de ascendencia
paquistaní, fue investido y tomó posesión de su cargo en la
catedral anglicana de Southwark. En el discurso pronunciado se
comprometió a “ representar a todas las comunidades como alcalde
para todos los londinenses”.
El lugar que
eligió para la ceremonia- la catedral- fue un gesto integrador y
de respeto interreligioso. El hecho de provenir de un musulmán,
debería hacer reflexionar y rectificar a esos ediles y demás gobernantes
españoles que, trucando la aconfesionalidad estatal por un laicismo
beligerante, evidencian hostilidad hacia el catolicismo y sus manifestaciones
tradicionales.
Seguramente, a
los musulmanes integristas no les habrá gustado el gesto de Sadiq Khan, al igual
que a muchos de nuestras izquierdas gobernantes. Y es que el integrismo, en
nuestro caso laicista, lleva la etiqueta “ Made in Spain “.
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