viernes, 20 de mayo de 2016

LAS AUTONOMÍAS: NUDO GORDIANO

 


El gasto que originan las autonomías es inasumible; un lujo que no nos podemos permitir. Pero siguen con su carga elefantiásica a costa del contribuyente esquilmado. En su origen fueron diseñadas como estructuras periféricas del Estado y como restablecimiento de las históricas, pero luego sucedió lo del “ café para todos “, surgiendo como hongos, lo que devino en reinos de taifas, algunos enfrentados y hostiles por sistema y aspiraciones secesionistas al propio Estado que les dio el ser.

Se pensó que la proximidad al administrado, que conllevaría tal descentralización, redundaría en una gestión más eficiente, rápida y transparente; pero el resultado ha sido, por lo general, mayor burocracia, intervencionismo, nepotismo, clientelismo político, despilfarro, descoordinación y desigualdades interregionales.

Para mantener y desarrollar las neonatas criaturas se creó la ficción de la necesidad del incremento sin límites de personal-funcionarios, contratados y cargos públicos- y Organismos dependientes de los entes autonómicos, sin reparar en el coste desorbitado que ello implicaba. Obviando la recomendación de “ administrar los bienes como un buen padre de familia”, se “ disparó con pólvora del Rey “, reinó la ostentación y quedó relegado al olvido lo de la digna austeridad.

Así, de este modo, se ha llegado a la situación actual, convirtiéndose las autonomías en el nudo gordiano que nos asfixia y que no se sabe- tampoco se quiere- desatar. Como estamos ante una situación irreversible “ de jure” y “ de facto”, que al menos amaine la voracidad. No es “ políticamente correcto” cuestionar en qué ha desembocado el Estado autonómico. Pese a ello, las lamentaciones van de boca en boca y de corrillo en corrillo.

Vistos ciertos planteamientos secesionistas y federalistas, habrá que conformarse con lo que tenemos- “ a la fuerza ahorcan”-  y suplicar como mal menor: “ Madrecita, que me quede como estoy”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario