Es repugnante la marginación, en ocasiones exclusión, a la que se somete a la lengua castellana en Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana. Con el pretexto de fomentar las lenguas autóctonas de dichas regiones españolas, empezando por la enseñanza escolar, se pretende su predominio y uso generalizado en detrimento del idioma común- español o castellano-. Hay una obstinación por implantar el catalán como la lengua propia de los quiméricos “ Países Catalanes “, lo que facilitaría el posterior paso anexionista de la unidad de la “ Terra Catalana “.
Todas las regiones tienen y quieren mantener sus singularidades específicas, enriquecedoras en su diversidad del rico patrimonio español. Pero no deben utilizarse como arma arrojadiza, excluyente y disgregadora. Las partes son inseparables del todo. Los intentos secesionistas sólo acarrean discordia y frustración, mereciendo el reproche social y, llegado el caso, el penal. Cualquier posicionamiento político en contra, evidente o ambiguo, da alas a las posturas felonas. Lo triste es comprobar la inutilidad de intentar convencer a los que así se comportan. Allá ellos con su ceguera y oportunismo.
martes, 25 de junio de 2019
INSISTENCIA PANCATALANISTA
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ResponderEliminarEl problema de muchas zonas de España es que la ignorancia está llegando a extremos increíbles.La teoría de sistemas,con su concepto de "sinergia",ya nos enseñó hace años que la acción de los elementos del sistema hacia un objetivo común potenciaba los resultados,que eran superiores a las acciones individuales.Aquí se va a disgregar,de lo que resultará antes o después un "batacazo" fenomenal.