DESCRISTIANIZACIÓN Y AUDIENCIA PAPAL

  

 

 

 

 

Celebrado ayer el Día del Domund, hay que reconocer que España necesita también ser evangelizada nuevamente. Aunque el catolicismo sigue siendo la religión mayoritaria en ella, la sociedad está siendo descristianizada, en base a las influencias relativistas imperantes: desprecio al valor de la vida y del respeto a la misma, así como a los restantes derechos inalienables de las personas.

 

No se una  “moda “ pasajera, sino una realidad que se va asentando, impulsada por las esferas gubernamentales y sus medios afines, y refrendada por el legislativo en muchas ocasiones. El proceso de descristianización invade diversos ámbitos del tejido social, para conformar una sociedad nueva en la que Dios esté ausente, afectando igualmente a la institución y al concepto de la familia.

 

Ante la audiencia próxima del Papa Francisco a Pedro Sánchez, cabe pensar que éste le expondrá los “logros “ de su Gobierno en materia social, igualdad, inmigración y otros que preocupan al Pontífice, pero cabe sospechar que la descristianización de nuestro país no entrará en la conversación. A lo sumo se hablará de la relación  “ fluida “ del Ejecutivo con la Conferencia Episcopal (CEE) para desatascar los contenciosos existentes. En cualquier caso, se interpretará como un respaldo a Sánchez, o al menos así lo venderá éste. Ya ocurrió cuando el Papa recibió a Maduro en 2016, instándole Francisco al diálogo y a la pacificación del país, pero Venezuela sigue mucho peor.

 

Las visitas que nos hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron exitosas y produjeron un revulsivo espiritual. Francisco ha sido invitado en varias ocasiones para que haga lo propio, y aún lo estamos esperando, cuando ya ha ido a numerosos países de diferentes confesiones y algunos de ellos en conflicto. En uno de estos viajes un periodista le preguntó que cuándo iría a España , a lo que le respondió “ Cuando haya paz “, matizando que su contestación fue dicha “  de manera críptica “.

 

En fin, ojalá la audiencia papal sea fructífera para España y la Iglesia, aunque “ las uvas están verdes “. Cuando pueda y quiera, dese una vueltecita por acá, Santidad. Recele de su “ fan “ Pablo Iglesias y de los otros aduladores gubernamentales, que utilizan farisaicamente su magisterio papal como arma arrojadiza contra quienes discrepan de ellos políticamente.