“ ¿ Hasta cuándo Catilina abusarás de nuestra
paciencia ? “. Estas palabras de Cicerón, seguidas del relato de conjuras y
traiciones encabezadas por el senador romano Catilina, se pueden trasladar y
formular a nuestro Gobierno, por sus intenciones de desestabilizar la Comunidad
y al Ayuntamiento madrileños, conquistar el poder en éstos, aliándose entre sí y
con quien haga falta sin reparar en medios. Ciudadanos no es de fiar, vistos sus
devaneos al respecto con los socialistas.
Estamos ante una situación de emergencia
nacional, agravada por los últimos acontecimientos sabidos ( ataques al Rey,
instrumentalización de la Justicia, la pasividad ante la pandemia que se veía
venir y su utilización política, paro, déficit, endeudamiento, inobservancias
constitucionales, etc.), más los desafíos secesionistas que no
remiten.
Como la ambición personal de Pedro Sánchez no
tiene límites y prevalece sobre los intereses nacionales, además de su
propensión reiterada a la mentira y el engaño, procede la moción de censura
presentada contra él por VOX, como instrumento democrático para apearle de la
presidencia del Gobierno, pues al fin y al cabo es el máximo responsable de
nuestros males y los que se avecinan. Deberían sumarse a la moción citada los
partidos que comparten este planteamiento y, por supuesto, el PP. Posiblemente
no prosperará; pero serviría, si se argumenta con datos fehacientes, para
desenmascarar y denunciar la impostura permanente y la nulidad de Sánchez, así
como para resaltar la autoridad político-moral de quienes la respalden.
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