“ La unión hace la fuerza”, acuña un refrán.
Mientras que el centro-derecha ande dividido, no tendrá la fuerza necesaria que
posibilite vencer democráticamente al actual Gobierno social-comunista y
gobernar la Nación. Aunque se decidieran por la unidad, los partidos
nacional-separatistas harían un frente común con el Ejecutivo presidido por
Pedro Sánchez, dificultando así que éste sea desalojado de la
Moncloa.
Los tres principales partidos que conforman el
centro-derecha abogan por la unidad de España, el bien de los españoles y la
defensa de los valores constitucionales. Por
ello, la mayor parte de sus votantes de base no entienden que, de vez en cuando,
anden dichos partidos a la gresca por un “ quítame esta paja del ojo “, aunque
hay que reconocer que algunos de aquéllos son “ más papistas que el Papa” y
reparten descalificaciones a tutiplén hacia los partidos con los que tendrían
que entenderse.
Si la unión no se materializa perderá España.
Serán culpables los máximos dirigentes del centro-derecha, y el social-comunismo
seguirá gobernando por años. Para evitarlo hay que centrarse más en lo que une
que en las pequeñas diferencias, y con dosis de generosidad y patriotismo “
tirar los pelillos a la mar “.
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