Las izquierdas y sus redes mediáticas más
sectarias tratan de estigmatizar a VOX, señalando sus posicionamientos políticos
como inductores e incitadores al odio, pretendiendo que los anatemas que le
dirigen calen en la opinión pública e, incluso , condenándole sin reparo alguno.
Lo que pasa es que tal estigmatización no influye en los dirigentes,
simpatizantes y votantes del mentado partido, sino que les refuerzan en sus
ideales, siendo respondidas con contundencia y claridad por los dirigentes de
dicha formación política. Se podrá discrepar de
algunos planteamientos de VOX, pero no dudar de que es un partido
constitucional, democrático y patriota, que tiene la mirada puesta en lo que
cree que es mejor para España y los españoles. No hace falta votarle para
reconocer esto.
El Diccionario
de la RAE define el odio como “ Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien
cuyo mal se desea “; y asiduamente vemos que proviene de las izquierdas “
políticamente correctas “, que desean el mal del partido del centro-derecha y el
de la derecha, queriendo reducirlos a la
insignificancia por discrepar de aquéllas y de su rodillo normativo, a la vez
que reparten las credenciales de quienes son o no demócratas y
constitucionalistas. Si para ello hay que mentir y calumniar, lo hacen con
desfachatez. Por ser conocidos, no recordaremos
los muchos casos en que el mal deseado y ejecutado ha ido más allá de las
palabras y escritos, llegando a la agresión física por parte de los más
extremistas. Dejamos aparte el odio desplegado contra España por los irredentos
secesionistas y sus cachorros violentos, por ser harina de otro costal.
La Justicia es la única legitimada para
interpretar y, en su caso, sancionar los delitos de odio tipificados en el
Código Penal. Los que atizan falsamente a otros de ser sembradores del discurso
del odio, siendo ellos los esparcidores del mismo, deberían conocer la máxima de
La Rochefoucauld: “ Cuando nuestro odio es demasiado vivo nos pone por debajo de
aquellos a quienes odiamos “. A la vista están
quienes no pueden caer más bajo.
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