En el sectario y revanchista proyecto de “ Ley de Memoria Democrática “, aprobado por el Gobierno en el pasado mes de Julio, se incluyó también lo siguiente: « En reconocimiento del sufrimiento padecido por las personas que fueron afectadas por el poliovirus durante la pandemia que asoló a España a partir de los años cincuenta del siglo XX, el Gobierno promoverá investigaciones y estudios que esclarezcan la verdad de lo acaecido respecto de la expansión de la epidemia durante la dictadura franquista, así como las medidas de carácter sanitario y social en favor de las personas afectadas por la polio, efectos tardíos de la polio y pospolio, que posibiliten su calidad de vida, contando con la participación de las entidades representativas de los afectados sobrevivientes».
Este Gobierno social-comunista no tiene vergüenza, ni la conoce. Utiliza la muletilla antifranquista hasta extremos insospechados, para encubrir su nefasta gestión y justificar sus constantes desafueros. Ahora resulta que quiere atribuir a Franco la culpa de la poliomielitis, enfermedad erradicada hace muchos años, y contra la que se luchó con denuedo durante el franquismo con los conocimientos y medios sanitarios entonces disponibles, incluida la vacunación. Se estableció un plan nacional de vacunación obligatoria, creándose en Majadahonda el primer centro de investigación de enfermedades víricas, embrión y antecedente del prestigioso Instituto de Salud Carlos III. Baste recordar que la polio, que afectó a niños y apareció antes en otros países, causando en el nuestro un 10% de muertes entre los infectados y secuelas graves, pasó de provocar 2000 casos anuales en 1960 a 62 en 1965 en toda España. El número de fallecidos y contagiados fue incomparablemente menor, se podría decir que casi irrelevante, si se comparan con los causados en nuestro país por el Covid y con los avances médico-científicos actuales.
Más valdría que el Gobierno no ocultara el número total de fallecidos hasta ahora por el Covid -19 ( dice que unos 80.OOO mil, cuando las estimaciones más realistas superan los 120.000 ), reconociera su responsabilidad por no admitir a tiempo lo que se nos venía encima con la pandemia, no tomar con antelación las medidas oportunas para paliar sus efectos, los contagios provocados a causa de las manifestaciones autorizadas del 4-M de 2019 por motivos ideológicos-partiditas, y que el dinero que piensa gastar por lo de la extinta y de sobra conocida poliomielitis, lo dedicara a la investigación española de la vacuna sobre el Covid y a la de medicamentos eficaces contra el mismo. Pero le es más fácil distraer la atención sobre asuntos candentes, y recurrir a su obsesión manida y recurrente sobre el franquismo.
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