De dónde y cómo saca la gente el
dinero,
para tanto empalmar “puentes “ y
vacacionar.
Parece que se regala el ocio, que es un
maná
caído del cielo, pero todo tiene su
precio
y se tiene que pagar.
El común vive al día, esperando el final del
mes
para cobrar el salario, el paro, la pensión o los
subsidios,
o varios de ellos a la vez.
La economía sumergida no se ve.
El trabajo es un derecho y el descanso
también.
Conciliarlos es obligado.
No conviene despilfarrar ni endeudarse sin
necesidad.
Tampoco “ disparar con pólvora de rey “ lo que se
tiene que devolver.
En un país de tradicional picaresca, aprendida
pronto
por muchos foráneos aprovechados, hay que vigilar
bien
lo que se da, a quién y para qué.
“ El turismo es un gran invento “- título de
vieja película -
aporta grandes beneficios. Pero en el
momento
de pagar a Hacienda, recae el peso sobre los
mismos.
Cada cual es dueño de su dinero bien
ganado,
libre de su uso y disposición.
¡ Buenas vacaciones agosteñas a todos ! Las
merezcan o no.
Esperamos su retorno en casa,
vigilando las
viviendas de la finca.
Los revienta puertas no descansan.
Su agosto son los pisos de los usuarios ausentes.
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