sábado, 20 de julio de 2024

SENSACIÓN MALOLIENTE

  

 
 
 
No es una paisana cualquiera,
 
María Begoña Gómez Fernández,
 
ni primera dama por ser la esposa
 
del presidente del Gobierno,
 
Pedro Sánchez Pérez - Castejón.
 
Es una mujer de condición
 
social relevante, a la que escaló
 
siguiendo los pasos de su marido,
 
hombre enamorado y con ella consentidor.
 
Por ser quien es la señora,
 
el palacio donde vive y del que disfruta,
 
compartiendo colchón con el inquilino
 
de la “ monclovita “ mansión,
 
debería haberse abstenido de negocios
 
y recomendaciones, labrándose mala reputación.
 
Aunque no fueran punibles,
 
no son éticos ni morales,
 
llevando un juez la instrucción.
 
Dos veces se ha negado a declarar,
 
derecho que asiste a los investigados,
 
alegando que no sabe lo que se le imputa,
 
usando una triquiñuela jurídica, difícil de tragar.
 
Bien o mal asesorada, y sus espaldas guardadas,
 
deja correr el tiempo, confiando en el archivo
 
y que pase el temporal.
 
En cualquier caso, está quedando fatal
 
ante el imaginario popular.
 
No es la “ fachoesfera “ la que la enfanga.
 
Sola o en compañía se ha metido en el barrizal.
 
Si nada tiene que reprocharse ni ocultar,
 
hubiera dado voluntariamente la cara,
 
presentándose ante el Juez y diciendo:
 
“ Pregúnteme Su Señoría y las partes lo que quieran saber.
 
Dispuesta estoy a contestar “.
 
Hubiera dado muestras de dignidad, respeto y credibilidad,
 
ganándose el favor de la gente.
 
Pase lo que pase en el futuro,
 
de momento la sensación es maloliente.

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