INMIGRACIÓN

  

 

 

 

 

 

 

 

 

Los países africanos, sea de origen o de paso,

 

de los que proceden las ilegales emigraciones,

 

se lavan las manos y las endosan hacia acá.

 

Cabe preguntarse sobre el dinero que les damos,

 

subvenciones que parecen sobornos,

 

para controlar y frenar el acuciante problema,

 

si sirven para algo y a qué bolsillos van a parar.

 

Si no es de utilidad, la UE y España en particular,

 

debería cortarles el grifo, y explicar a sus nacionales

 

cuál es la realidad y las consecuencias negativas

 

de los acogidos, que no se adaptan ni se integran

 

en nuestra sociedad.

 

Por no estigmatizar a los colectivos extranjeros

 

que delinquen, sobre todo en violencia de género,

 

con violaciones y mortal sangre por medio.

 

Hay recomendaciones para no publicar su nacionalidad.

 

En relación al porcentaje de población, delinque

 

más la delincuencia extranjera. Son datos estadísticos,

 

que no se considera conveniente airear.

 

Los MENA, la mayoría físicamente unos

 

mozarrones, son un “ marrón “ a repartir

 

entre las Comunidades.

 

Si se objeta al respecto, es “ xenofobia ” 

 

y carencia de solidaridad y sensibilidad.

 

Si preguntas por qué a los “ barcos nodriza “

 

no se les obliga a regresar a donde cargaron

 

a los ilegales, o se destruyen cuando están

 

sin las humanas cargas, la respuesta será que

 

eso es una barbaridad: atenta contra el Derecho

 

Internacional y otras leyes más.

 

Necesitamos inmigrantes. Pero la preferencia

 

debería ser hacia los de nuestro entorno cultural:

 

países iberoamericanos y de la Europa democrática u occidental.