viernes, 28 de marzo de 2014

CON LAS UIP´s Y CONTRA LOS VIOLENTOS.

 

La extrema violencia protagonizada por el millar de radicales de la izquierda al término de la multitudinaria manifestación de la “ Marcha por la Dignidad “, celebrada en Madrid el pasado sábado 22-M, habla por sí sola de la agresiva virulencia, en aumento, de tales grupos e individuos. Carcomidos por el odio sectario actuaron como lo que son: fieras salvajes sedientas de sangre policial y destructores de lo que implica valores democráticos, estabilidad y orden social.

Resultado de sus desmanes fueron los cerca de setenta policías heridos, con evidentes casos de intención homicida en algunas de las bárbaras agresiones, y cuantiosísimos destrozos en mobiliario urbano e inmuebles. Espeluznantes han sido las imágenes que se han podido ver, reveladoras del ensañamiento contra sus víctimas- los policías-y la brutal ferocidad.

Las actividades de estos vándalos sólo ceden cuando se les aplica contundentemente lo del palo y tente tieso. La información que sobre ellos y sus planes tiene la Policía es exhaustiva y está suficientemente contrastada. Lo que hace falta, en ocasiones como la del sábado último, es que a los efectivos de las UIP´s desplegadas se les den las instrucciones de actuar según su acreditado criterio profesional y a tenor de las circunstancias. Están acostumbradas a aguantar carros y carretas- insultos, provocaciones…, lo tienen asumido como algo habitual y lo soportan impasiblemente; pero cuando se ven atacadas físicamente es ya otro cantar. La respuesta en tales casos debe ser contundente en proporción a la gravedad de la agresión, máxime cuando su integridad física o la vida corre serio peligro.

La posible descoordinación policial, que se dice que hubo, será cuestión a averiguar para evitar que se repita, garantizar en lo posible la seguridad de los agentes y exigir responsabilidades si procedieran. Pero ello no empaña la afamada trayectoria de las Unidades de Intervención Policial, reconocida por las de los países más avanzados de nuestro entorno. Tampoco debe servir de pretexto para desviar la atención sobre los únicos culpables: los descerebrados anti sistema y tribus similares que se despacharon con saña en la tarde-noche del 22-M.

O se acaba con ellos-policial, judicial y socialmente-, o se impondrá paulatinamente el imperio de la ilegalidad e impunidad, que va avanzando. Lejos de amedrentarse, siguen con la escalada de la violencia. Anteayer se vio en la Universidad Complutense, y ayer se repitió en ésta, en otros campus universitarios madrileños y en algunas ciudades más con protestas estudiantiles.

De no actuar conjuntamente los poderes del Estado y sus Instituciones para neutralizar este cáncer subversivo, planificado y organizado, la guerrilla callejera dirigida por agitadores profesionales se irá extendiendo. Un Estado de Derecho no debe permitirlo, a menos que consienta que se socaven sus cimientos y se resigne a que la pacífica convivencia sea imposible.

Queda el sabor gratificante de la repulsa de la inmensa mayoría del pueblo español hacia los violentos y sus métodos, y el reconocimiento a los cuerpos policiales que arriesgan su vida, como los miembros de las UIP´s, para garantizar la seguridad ciudadana.

Por el contrario, hay ciertos sectores y elementos de las izquierdas que, en demagogia populista y trasnochada, tratan de justificar y apoyar a los violentos, y sacar tajada de los desmanes. Son sobradamente conocidos, sólo merecen el desprecio. Y es que la cabra tira al monte.

3 comentarios:

  1. Leyendo este magnífico artículo, me viene a la mente diversas cuestiones sobre lo que está aconteciendo en este país, y cada vez que reflexiono más sobre ello, más me preocupa la situación que estamos viviendo: 1º ¿Cómo es posible? que con un manifiesto con aberraciones y con un total ataque al estado de derecho y a la constitución, esta manifestación haya sido autorizada. Estoy convencido de que en cualquier país serio, esto no se hubiera dado. 2º Teniendo un conocimiento fehaciente por los servicios de información de la Policía de estos grupos organizados, extremistas, violentos, y con constancia de que están organizados para llevar a cabo la violencia y que su objetivo es, como ellos proclaman, "la lucha para derrotar a la Constitución" y "la caza al policía", ¿ por qué no se les detiene antes de cualquier manifestación como elemento preventivo, y por qué los jueces los ponen de forma inmediata en la calle? 3 Declaraciones de una Magistrada jubilada, de algunos políticos de izquierdas, de un profesor universitario bolivariano, y otras más menospreciando la Constitución y defendiendo un sistema libertario-revolucionario, son inadmisibles, y nadie les mete mano por ello. ¡ Qué vergüenza de país y cuánta cobardía y traición ¡

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  2. Estoy seguro de que en un grado mucho menor, solamente con el manifiesto, pero en un sentido de otro color politico vinculado a la extrema derecha, las actuaciones hubiesen sido muy contundentes.

    Es evidente que quieren generar en la sociedad un ambiente de estado anarquizo, de falta de control, de violencia continuada para derrocar al Gobierno, lo que no han conseguido en las urnas......

    ¿Donde estamos llegando? y lo más importante qué medidas contundentes se van a adoptar.

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  3. Con una LECRIM obsoleta, Código Penal "modosito", tanto salva patrias y progres que defienden a los agresores; (que antes de que cualquier PN o GC termine de efectuar las diligencias el "presunto" esté en su casa escuajaringándose de risa), jueces tiernos a la hora de sentenciar y demás.... mientras todo esto no cambie, y el Gobierno le eche lo que hay que echar para cambiar LECRIM, CP y Ley del menor, partirle la cabeza o incluso casi matar a un miembro de las FFSSE seguirá saliendo muy barato por desgracia para todos. Aparte de PN en este caso o GC, antes que eso son personas. No es ir todos a una es que el Gobierno tenga lo que hay que tener y arregle esto.
    El que es impresentable aprovechará cualquier oportunidad para crear el caos. Lo que hay que hacer es depurar responsabilidades. Si la propia policía está hasta los mismísimos de quien les dirige, los ciudadanos también los estamos de tanto inútil con cargos públicos.

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