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Tenía sus motivos el canal televisivo catalán TV3 al emitir recientemente un programa en el que se atribuían falsamente los triunfos que consiguió el Real Madrid, durante el régimen franquista, a los apoyos recibidos del mismo.
Los culés nacionalistas estaban preocupados por el resultado del partido, que se iba a celebrar esta tarde entre el Real Madrid y el Barça- convertido éste en icono deportivo del independentismo-. Querían cubrirse ante una posible derrota y, ante tal eventualidad, qué mejor que cuestionar los grandiosos éxitos cosechados por el equipo blanco en aquellos tiempos y, a imitación del " España nos roba", extender el falso eslogan al terreno deportivo en caso de perder los " blaugrana".
El encuentro finalizó con 3 a 1 a favor del Real Madrid. ¿ Acaso habrá que achacar el triunfo a que Franco, al igual que El Cid, ganó la batalla después de muerto? En este caso, la leyenda no cuela. Durante el partido no se movió la losa que cubre el lugar donde fue sepultado el Generalísimo Franco, en la Basílica del Valle de los Caídos, ni la traspasó ningún halo en vuelo al Santiago Bernabéu. Así se lo confirmó el Abad de esta Basílica a su homólogo de Montserrat- quien parece creer en tales supercherías, movido por su nacionalismo irredento-, y que solicitó al primero que no perdiera de vista la tumba de Franco por si observaba alguna anomalía durante el encuentro.
El Abad del Valle atendió la excéntrica encomienda y aprovechó las dos horas, que duró el partido, para, pacientemente, no perder de vista la tumba y elevar, a la vez, sucesivas preces por el eterno descanso del difunto Francisco Franco.
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